¿Qué puedes hacer?
¿Qué puedes hacer?
¿Qué puedes hacer?
¿Te has preguntado alguna vez por qué sientes estrés antes de algunas tareas escolares, pero no antes de otras?
No todas las situaciones son igual de estresantes para todos. Diferentes factores determinan lo estresante que te parece una situación…
Imagina que mañana haces un examen de matemáticas….
¿Qué piensas de esta situación?
¿Es la situación importante para mí?
«No importa la nota que saque».
«Necesito sacar una buena nota».
¿Es la situación difícil para mí?
«El examen será fácil».
«El examen será realmente difícil».
¿Creo que puedo manejar la situación?
«Estoy bien preparado y lo haré bien».
«Realmente no entiendo nada… Definitivamente voy a suspender el examen».
¿Tengo apoyo para manejar la situación?
«Me preparé para el examen estudiando con mis amigos».
«Mientras me preparaba para el examen, no pude pedir ayuda a nadie».
¿Es la situación importante para mí?
«No importa la nota que saque».
«Necesito sacar una buena nota».
¿Es la situación difícil para mí?
«El examen será fácil».
«El examen será realmente difícil».
¿Creo que puedo manejar la situación?
«Estoy bien preparado y lo haré bien».
«Realmente no entiendo nada… Definitivamente voy a suspender el examen».
¿Tengo apoyo para manejar la situación?
«Me preparé para el examen estudiando con mis amigos».
«Mientras me preparaba para el examen, no pude pedir ayuda a nadie».
Cuanto más importante y difícil sea una situación para ti,
¡menos creerás que puedes afrontarla!
Cuanto menos apoyo tengas,
¡más estresante te parecerá la situación!
Pero esto también significa que nosotros mismos influimos en lo que nos causa estrés.
Sólo nuestros pensamientos pueden tener un gran impacto.
Imagina cómo te hace sentir cada uno de estos pensamientos y cómo pueden influir en tu nivel de estrés.
¿Por qué no pruebas a reducir el estrés con pensamientos positivos o preparándote mejor?
Aquí tienes más ideas sobre cómo afrontar situaciones estresantes:
Haz clic en cada uno de los signos de interrogación para obtener ideas sobre cómo controlar el estrés. Prueba un par de ellas y, si no son suficientes, ¡prueba otras!
Si no puedes cambiar una situación estresante, puedes reducir la respuesta física de tu cuerpo a ella.
Por ejemplo, cuando sientes estrés por los exámenes del colegio, no puedes decir simplemente «no voy a ir más al colegio».
Pero es bueno que el corazón no te lata tan fuerte, que no sientas tanta tensión y que en algún momento puedas pensar en otra cosa que no sea el trabajo de clase.
Muchos estudios han demostrado que hay tres cosas en particular que ayudan a reducir el estrés:
- Tener un equilibrio
- Deporte
- Practicar ejercicios de relajación
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Ahora ya sabes más sobre cómo reducir el estrés. A continuación, aprende a relajarte aún más.
Equilibrio y relajación
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¿Cuál es tu situación?
¿Cuánto estrés sientes? Vuelve atrás. Revisa cómo se encuentra tu nivel de estrés en este momento.